La gestion del tiempo de los profesores no es una paradoja
Nuestras vidas como profesores pueden destruir nuestras vidas personales.
Escrito por Heather Iseminger
Si se permite, la enseñanza nos quita tiempo para nosotros mismos. Nuestras listas de tareas son interminables. Entre calificar, planificar lecciones, instrucción directa, lidiar con problemas de comportamiento y completar papeleo, nos queda muy poco tiempo en nuestros días.
¿Qué hacemos? ¿Cómo manejamos nuestras carreras y nuestras vidas con sabiduría? Aunque no he perfeccionado el equilibrio entre trabajo y vida personal, hay algunas prácticas que pueden resultar beneficiosas.
Consejo 1: Determina tus horas y cúmplelas
Los profesores trabajan muchas más horas de las que especifican nuestros contratos. Aunque esto puede que nunca cambie, podemos reducir nuestras horas extras definiendo una hora personal de finalización. Decide intencionalmente una hora en la que terminarás cada día y cúmplela.
Cuando nos apegamos a horarios específicos de finalización, a menudo hacemos un mejor uso del tiempo que tenemos, nos volvemos más responsables. Al obligarnos a desconectar mentalmente, estamos eligiendo tener una vida fuera del aula. No hay nada de malo en esa elección. Los papeles estarán allí mañana.
Consejo 2: Califica de manera eficiente
¿Quieres conocer el secreto comercial de un profesor veterano? No tienes que calificar cada papel individual. Lo prometo. Al elegir cuándo y cómo ofrecer comentarios, podemos hacer un mejor uso de nuestro tiempo.
Aquí hay algunos consejos:
- Si las preguntas y respuestas en una tarea son extensas, elige algunas para calificar con comentarios. Oje el resto.
- Usa rúbricas para tareas subjetivas.
- Califica solo según el objetivo de la lección.
- Camina rápidamente y verifica la finalización. Luego revisa la tarea mientras los estudiantes revisan su propio trabajo para obtener comentarios instantáneos.
Consejo 3: Utiliza recursos
Internet contiene una gran cantidad de información. Úsala. Hay muchos recursos gratuitos por ahí. Las redes sociales a menudo ofrecen grupos específicos para tu nivel de grado y área de contenido. No reinventes la rueda proverbial. Busca en internet. Las lecciones están ahí afuera.
Consejo 4: Ofrece ayuda voluntaria espordicámente
Admito que a menudo me sobrecargo con más responsabilidades de lo necesario. Tengo un fuerte impulso de ofrecer ayuda voluntaria cuando creo que puedo hacer la tarea de manera más eficiente. Lo hago incluso cuando las tareas no tienen nada que ver conmigo o mi aula.
Piensa por qué quieres ayudar. Hay momentos para decir sí, pero también es importante decir no. No agregues innecesariamente más carga a tu agenda.
Enseñar en el siglo XXI es una llamada difícil. El agotamiento y la desilusión pueden afectarnos rápidamente. Somos mejores profesores cuando nos damos permiso para tener vidas personales. Cuando lo hacemos, estamos más descansados y somos mucho más capaces de manejar la rutina diaria del aula.
A veces nuestras batallas son más que solo la gestión del tiempo. Si estás enfrentando una ansiedad más profunda que puede resultar de las demandas de la enseñanza, considera echar un vistazo a este artículo sobre la ansiedad.
Acerca de
Heather Iseminger es una autoproclamada acumuladora de palabras y adicta a la cafeína. Tiene una licenciatura en escritura en inglés de FSU, así como una maestría en educación. Ella y su Príncipe Encantador, Mike, han estado casados casi 25 años y tienen dos hijos, Ella y Caleb. Cinco días a la semana, Heather está en su clase de inglés de secundaria con café en mano, rodeada de los estudiantes a los que adora. Cuando no está haciendo malabarismos con la familia y la enseñanza, es una autora y bloguera independiente galardonada. La puedes encontrar como Petals of Joy on Facebook.