Cómo Amar a los Estudiantes Difíciles
Escrito por G. Connor Salter
A veces, los estudiantes pueden parecer difíciles de querer.
Sí, algunos problemas entre maestros y estudiantes implican ajustes que debes hacer (como necesidades especiales que no habías considerado). Pero a veces los estudiantes se comportan claramente mal. ¿Cómo pueden los maestros tener empatía y ayudarles a comportarse mejor?
Hemos recopilado algunos consejos para ayudar:
Consulta con otros maestros sobre el estudiante. Habla con otros maestros que tengan al mismo alumno. Observa si el estudiante se comporta de manera diferente con otros. ¿Responde mejor a maestros hombres o mujeres? Pregunta cómo manejan la situación. Las perspectivas de otros maestros te ofrecerán soluciones y te ayudarán a ver que no estás solo en esta lucha.
Reconoce que los estudiantes tienen historias que no conoces.
Todos se comportan según lo que les ha sucedido en el pasado. Algunas experiencias, como el abuso o la negligencia, afectan el comportamiento de los estudiantes de maneras que puedes detectar. Otras veces, los estudiantes han experimentado un dolor sutil. Tal vez sus padres son difíciles sin ser violentos, pero no se dan cuenta de que sus hijos emulan ese comportamiento disfuncional.
A medida que reconozcas cómo el dolor del pasado influye en el comportamiento de tus estudiantes, podrás encontrar la empatía necesaria para ayudarlos a comportarse de una manera más aceptable y saludable. Dependiendo de las políticas de tu escuela, es posible que no puedas pedir demasiados detalles. Pero puedes aprender mientras respetas los límites adecuados.
Si tu estudiante tiene desencadenantes, quizás puedas contrarrestarlos. Por ejemplo, si eres un maestro hombre y tu estudiante tiene un padre ausente o crítico, procura elogiarlo por su buen trabajo.
Evita el lenguaje corporal agresivo alrededor de los estudiantes.
Si has estado enseñando durante algún tiempo, probablemente hayas notado cómo los estudiantes reaccionan a tu lenguaje corporal. ¿Cruzas los brazos cuando te sientas? ¿Hablas naturalmente en voz alta? ¿Utilizas oraciones cortas que suenan bruscas?
Considera cómo te perciben los demás. Intenta utilizar un lenguaje corporal menos amenazante, pero manteniéndote firme. Ten cuidado al hacer ciertas expresiones faciales que podrían interpretarse, aunque no lo intentes, como desaprobatorias o incluso despectivas.
Usa estándares consistentes con los estudiantes.
Puedes sentir la tentación de evitar comunicarte con los estudiantes difíciles. Sin embargo, ser pasivo a menudo les da permiso para seguir interrumpiendo.
Deja claros tus estándares y sigue haciéndolos cumplir. Si dices que enviarás a un estudiante a la oficina del director después de un número determinado de advertencias, sigue esa política de manera estricta. Si los estudiantes preguntan por qué tienes ciertas políticas, explica, pero no cambies según el estudiante. Esto se percibirá como favoritismo.
Finalmente, está perfectamente bien hacer arreglos alternativos para estudiantes con problemas que están fuera de su control. Si no completan las tareas en línea debido a la falta de Wi-Fi en casa, proporciona tareas impresas o organiza tiempo en las computadoras de la escuela. Puedes manejar problemas inevitables y, al mismo tiempo, mantener estándares consistentes.
A medida que los estudiantes difíciles te vean mantener las políticas, se darán cuenta de que no cederás ante la presión. Su comportamiento cambiará.
Tu trabajo es difícil y puede parecer que llevas varios sombreros mientras ayudas a los niños a navegar por este mundo. Tu estrés se agrava cuando los alumnos son indisciplinados o tienen problemas de comportamiento. Pero con el apoyo de tus colegas y un poco de paciencia, puedes hacer una diferencia positiva incluso con los estudiantes más difíciles.
Esta publicación se centra en estudiantes cuyo comportamiento difícil no es causado por trauma. Para abordar esa situación, lee “Ocho Actividades Creativas para Estudiantes que Sufren Trauma.”
Acerca de
G. Connor Salter Es un escritor y editor, con una Licenciatura en Ciencias en Escritura Profesional de la Universidad Taylor. En 2020, mientras trabajaba como periodista para el Fountain Valley News, ganó el Primer Premio por la Mejor Historia de Reportaje en un concurso regional de la Red de Prensa de Colorado. Ha contribuido con más de 1,000 artículos a diversas publicaciones, incluyendo Mythlore y An Unexpected Journal. Descubre más sobre su trabajo aquí.