Cómo fomentar la amabilidad entre tus estudiantes
Escrito por Kathy McInnis
Puedes hacer realidad este sueño.
Imagina una clase llena de estudiantes felices, saludables y atentos — ¿el sueño imposible, verdad? Puedes hacer que este sueño se haga realidad. Fomentar la amabilidad entre tus estudiantes desarrolla y nutre cualidades positivas que transforman vidas.
Los estudios de organizaciones de salud mental encuentran que la amabilidad aumenta la felicidad y el bienestar. 1,2 Un estudio revela que fomenta la energía, la autoestima y el optimismo.3 Realizar actos de amabilidad también disminuye la ansiedad, la depresión y la presión arterial.4
Otro estudio revela que la amabilidad es contagiosa.5 Imagina cómo el “contagio de la amabilidad” se difunde por tu aula, tu escuela y tu comunidad. El impacto positivo es ilimitado. A continuación, se presentan cinco sugerencias para inspirar esta actitud entre tus estudiantes:
Modela la amabilidad tú mismo. Establece el objetivo de realizar al menos tres actos de amabilidad cada día. La amabilidad puede ser tan simple como abrir una puerta para la persona que está detrás de ti o tan desafiante como ayudar a un colega abrumado con proyectos. Hay días en que mostrar amabilidad puede resultar agotador. Aun así, inténtalo. Con la práctica diaria, la amabilidad se convierte en un estilo de vida y influirás en más personas que solo tus alumnos.6
Sé amable contigo mismo. Cuando estés estresado o abrumado, da un paseo, sumérgete en la bañera o siéntate en silencio escuchando música. Otra actividad beneficiosa es comenzar un diario de gratitud. Al dedicar tiempo a registrar por qué estás agradecido, limpias tu mente de negatividad. Sé especialmente amable contigo mismo cuando cometas errores. Eres humano; no te castigues.
Lee en voz alta una historia sobre la amabilidad. Después de leer, permite que los estudiantes compartan lo que aprendieron. Pídeles que cuenten momentos en los que alguien fue amable con ellos o cuando ellos han mostrado amabilidad hacia otros. Algunos estudiantes pueden ver esta actividad como una forma de impresionarte a ti y a sus compañeros. Recuerda a tu clase que la amabilidad no es una competencia. No deben esperar nada a cambio: la mayor recompensa es difundir la felicidad a los demás.
Implementa planes de lecciones o actividades que inspiren la amabilidad. Una lección sobre ser amable puede ser tan simple como un problema de matemáticas: Kelly tiene cinco manzanas, Alice tiene cero manzanas. Kelly se da cuenta de que Alice tiene hambre, así que le da dos manzanas. ¿Cuántas manzanas le quedan a Kelly? Al revisar la respuesta, señala que Kelly realizó un acto de amabilidad. Se ofrecen planes de lecciones y actividades adicionales en línea.
Programa un Día de la Amabilidad. Este día especial permitirá a los estudiantes tener una experiencia práctica. Antes del evento programado, permite que tu clase imprima los nombres de personas que necesitan ayuda para limpiar desechos del jardín. Después de elegir un nombre, obtén el permiso necesario de tus supervisores y de la persona. Limpiar desechos del jardín es más adecuado para estudiantes mayores, pero los niños más pequeños pueden hacer tarjetas o obras de arte para compartir con personas mayores en centros comunitarios locales. Permite que los estudiantes compartan sus propias ideas sobre actividades para el Día de la Amabilidad. Su creatividad puede sorprenderte.
Plantar semillas de amabilidad y nutrir esa virtud entre tus alumnos les ayudará a convertirse en personas felices, saludables y atentas. Tendrás un papel en influir en futuros adultos que cambiarán el mundo para mejor. Para obtener más información sobre cómo inspirar la amabilidad y otros valores, consulta Formas Sencillas de Integrar Valores Morales en Tu Enseñanza.
Acerca de
Kathy McInnis escribe inspiradoras de no ficción. El primer libro de Kathy, "Companions on My Journey", es la historia real de un sobreviviente de abuso. Su ensayo "The Perfect Day" ganó el tercer lugar en los Premios Florida Tapestry 2021. Cuando no está escribiendo, Kathy disfruta de caminatas, sentarse en la playa o leer un buen misterio. Kathy y su esposo tienen tres hijos adultos y tres nietos.